jueves, octubre 11, 2007

El paso adelante

En unos días deberá abrir sus puertas el nuevo supermercado que se ha montado a un costado de la carretera federal México-Tuxpan, en el acceso a la colonia El Paraíso. A pesar de tratarse de un acontecimiento comercial y privado, las repercusiones que tendrá en la vida de la ciudad no deben descuidarse. Una de ellas es la que impactará en los pequeños negocios de las zonas aledañas y en la conformación del entorno urbano. Otra es la que motivará una reflexión sobre el Huauchinango que se avecina.

La ciudad ha crecido de manera sostenida en los últimos años. De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población de la Secretaría de Gobernación, de 2000 a 2007 la población del municipio de Huauchinango ha mostrado el siguiente comportamiento: 86 mil 012, 86 mil 098, 87 mil 755, 88 mil 560, 89 mil 324, 90 mil 094, 90 mil 742 y 91 mil 412, respectivamente. Lo anterior se acompaña del notable incremento del parque vehicular, el cual se agudiza con el arribo de visitantes los fines de semana, así como de la creación de nuevas zonas habitacionales en la periferia.


La consecuencia de esto es que la infraestructura de la ciudad está siendo rebasada, lo que implica la necesidad de adecuar los servicios básicos –agua potable, electrificació n, drenaje, entre otros—y de las vialidades y aparcamientos disponibles para hacerlos acordes a una sociedad más compleja y demandante.

El fenómeno no ha pasado desapercibido para las autoridades locales y para la población en general. Durante las campañas electorales hemos escuchado con mayor frecuencia diversos proyectos de solución a estos asuntos. A pesar de que el sentido del voto sigue mostrando fuertes vínculos con el partido y el candidato, comienza a notarse una mayor preferencia por la presentación de soluciones técnicas y administrativas viables.

Quizás una de las acciones más notables –y polémicas—al respecto ha sido la reubicación del comercio ambulante del Centro de Huauchinango. El recordado 03-F que eliminó el tianguis sabatino y puso en operación la Explanada 5 de Mayo, a casi un año de distancia, nos ofrece un balance dividido. Por un lado, ha significado la desocupación de vialidades para el tránsito de personas y coches, así como un intento por concentrar en un solo sitio a los comerciantes. En contraste, no ha eliminado el tráfico en la ciudad y ha evidenciado las carencias y la desorganización en la zona de reubicación.

Sin embargo, dicha medida era una de las que se debían aplicar pensando en el futuro de la ciudad (me refiero a la acción en sí misma, no al modo en que se realizó). Ahora, con la inauguración de este supermercado aparecerán nuevas necesidades que requerirán otro tipo de soluciones.

Una de ellas es la de replantearse hacia dónde deberá crecer Huauchinango. Si seguimos conceptos urbanísticos, el Centro ya no debe ser la principal oferta de desarrollo. La mirada se debe dirigir hacia nuevas áreas de expansión, por ejemplo, la periferia. Esto no es nuevo en la historia de las comunidades. Conforme la población aumenta y las relaciones se sofistican, las ciudades suelen dividirse en una zona vieja o antigua, regularmente cerrada a la circulación de vehículos y dedicada al turismo y al comercio establecido, y otra nueva, con mejores vías de comunicación y servicios derivados de una mejor planeación.

Otra es la necesidad de crear un transporte público eficiente y digno. Es decir, uno que invite a la población a utilizar menos el coche. Para ello se requiere eliminar las unidades obsoletas en circulación, así como replantear las rutas existentes y diseñar otras. Asimismo, agilizar el tráfico mediante la instalación de semáforos y agentes en los cruces conflictivos. Pero sobre todo, construir nuevas vialidades, amplias y funcionales, que conecten la zona central con las colonias aledañas.

Huauchinango se acerca a dar ese paso adelante que la redefina como ciudad. No es fácil, por supuesto. Requiere de una planeación ordenada y seria, de superar las peculiares condiciones geográficas de la localidad y, sobre todo, de voluntad para diseñar un plan a futuro. Uno en el que predominen soluciones pragmáticas por encima de intereses políticos.


El Guardián, enero 27, 2007.

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