jueves, octubre 11, 2007

Tiempo de elecciones

En uno de los puntos más álgidos del audioescándalo en el que se ha visto involucrado el titular del Poder Ejecutivo de Puebla desde febrero de 2006, diversos analistas políticos señalaron que el impacto de este hecho se podría notar en toda su extensión en los comicios intermedios en la entidad. Bueno, el tiempo ha llegado y en dos meses sabremos si las predicciones han sido acertadas o no.

En efecto, Puebla se prepara para renovar su Congreso y sus ayuntamientos. El próximo 11 de noviembre estarán en juego un total de 217 alcaldías para igual número de municipios, y se elegirán 26 diputados por el principio de mayoría relativa y 15 por el de representación proporcional. Estos últimos tomarán posesión del cargo el 15 de febrero del año entrante, mientras que los alcaldes un mes antes.

El fenómeno de acudir a las urnas aviva el debate político. Es durante estos periodos cuando la población vuelve la mirada hacia los asuntos públicos más importantes y cuando se buscan soluciones a los mismos. Las carencias sociales, la lucha por el poder y el bombardeo sistemático a través de la publicidad, entre otros temas, se convierten en los temas de conversación de la vida cotidiana.

Los datos duros disponibles a 60 días de los comicios en Puebla no nos permiten realizar inferencias definitivas, pero sí algunas aproximaciones interesantes.

El diario local La Jornada de Oriente ha publicado un estudio de opinión en el que se muestra que, al 1 de septiembre, la intención del voto por partido y candidatos registrados para la alcaldía de Puebla registra un empate técnico entre las dos principales fuerzas políticas, es decir entre el PAN (Antonio Sánchez) y el PRI (Blanca Alcalá), con 17 y 18 por ciento, respectivamente. Por su parte, el porcentaje de ciudadanos que afirmó preferir a un partido diferente a estos fue de 15, mientras que 46 por ciento dijeron estar "sin partido ni candidato" (Sergio Cortés, "Parejos", en La Jornada de Oriente, septiembre 6, 2007).

Dentro del mismo estudio, a la pregunta, cuando usted vota, ¿en qué se fija primero, en el candidato o en el partido?, los encuestados respondieron que en el candidato (60 por ciento), en el partido (17), en ambos (ocho), en el programa (siete) y que no vota y no opina (ocho).

A pesar de que este sondeo fue realizado entre habitantes de la capital del estado, puede ser útil para averiguar las tendencias de opinión en la entidad. Al respecto, debe destacarse que la preferencia por la persona que se postula es más fuerte que la fidelidad hacia un partido político. Un aspecto interesante debido a que, hasta hace pocos años, lo prevaleciente era lo opuesto, es decir no importaba quién fuese postulado, sino mostrar el respaldo a la organización política.

Esto ha dado lugar, entre otros aspectos, a la incorporación en política de personajes populares o que cuentan con recursos financieros, pero con baja o nula experiencia y formación dentro de la administración pública y el proceso legislativo.

En el caso de Huauchinango los tambores que llaman a la contienda electoral también han comenzado a sonar. Cualquier persona que camine por sus calles podrá percatarse de cómo se van llenando los espacios públicos de propaganda a favor de los diversos candidatos a la alcaldía y a la diputación local.

Esto es provechoso porque volverán a ponerse sobre la mesa los aspectos pendientes para la comunidad. Siendo optimistas, el debate para decidir el voto deberá estar marcado por las propuestas que los candidatos hagan para solucionar problemas históricos del municipio, a saber el desempleo, la inseguridad, la necesidad de nueva infraestructura, la regulación urbana, la atención a las comunidades, entre otros.

Repito, siendo optimistas, ya que lo que hemos visto en los últimos comicios, tanto federales como estatales, ha sido una fuerte tendencia hacia las campañas sucias y negativas. Y no sólo pienso en lo que ha sucedido durante las presidenciales de julio de 2006, sino a casos recientes como los comicios de Yucatán, Oaxaca y, sobre todo, a la elección de gobernador en Baja California.

Las maquinarias han echado a andar y el ambiente se tornará sumamente politizado durante las próximas semanas. Así, volveremos a dejar en libertad al instinto humano de lucha política que habita en nuestro interior. Ese que ha sido uno de los motores de la historia de la humanidad y que nos lleva a la conciliación de intereses en conflicto.

Algo de lo cual nadie puede escapar debido a nuestra propia naturaleza.


El Guardián, septiembre 8, 2007.

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